Situado al suroeste de la provincia de Valladolid, a 56 km de capital, y rodeado por el meandro más grande que describe el río Duero, se ubica Castronuño. Cercano también, a Toro, Tordesillas o Medina del Campo.

En el entorno inigualable de Las Riberas de Castronuño, este pequeño pueblo es uno de los enclaves naturales más impresionantes de la Ruta del Vino de Rueda, siendo la única reserva natural de la provincia de Valladolid. Fue declarado reserva natural en 2002 por ser lugar de reproducción y refugio de una gran variedad de especies, algunas de ellas amenazadas como la garza imperial o el aguilucho lagunero. La Casa de la Reserva, situada en el Parque de La Muela, recibe a los visitantes que quieran descubrir este parque natural.

Entre sus otros recursos turísticos se encuentra la Iglesia Santa María del Castillo, ubicada en el mismo parque y declarada BIC. Fue fundada en el S-XIII por el prior Hernán Rodríguez de Balboa para albergar las reuniones de La Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén y como espacio funerario para él y los demás comendadores. Es un edificio tardorrománico que alberga en su interior un cristo de los llamados “crucificados patéticos” del S- XIV. Su postura hace de él una talla muy singular.

Entre otros atractivos se encuentran diferentes rutas de senderismo como La Senda de los Almendros, La Ruta de la Cañada (ideal para recorrer en bicicleta), el GR-14 o el Camino de Santiago de Levante. Hay albergue para el descanso del peregrino.

La construcción del Embalse de San José hace posible la existencia de una playa fluvial, perfecta para refrescarse en época estival, además existe un parque acuático muy cerca de la playa.

En uno de los márgenes del río, se encuentra el Escenario Deportivo de Pesca de Castronuño que dispone de 45 puestos de madera para los aficionados.

En el pueblo hay multitud de bodegas excavadas en tierra en las que se sigue elaborando el vino de manera tradicional. En Castronuño aún cultivan la variedad de uva Albillo Real, autóctona de la zona.